• 16 JUNIO 2012 - EFE
Movimientos sociales temen que
empresarios “pongan precio” al agua y a los bosques
(Milenio.com) Río de Janeiro • La Cumbre de los Pueblos arrancó ayer en
Río de Janeiro su labor opositora a la Conferencia de Naciones Unidas (ONU)
sobre Desarrollo Sostenible Río+20 con debates acerca del “fracaso” de la
“economía verde”, y en contra de “la mercantilización de la naturaleza”.
La economía verde, uno de los
ejes centrales de Río+20, que se llevará a cabo los días 20, 21 y 22 de junio
en Brasil, fue el centro de las críticas en varios de los debates programados
en esa primera jornada preeliminar.
Vía Campesina, organización
internacional presente en 70 países, movilizó a unos tres mil delegados que
participaron ayer en varias actividades en la ciudad brasileña para defender la
agricultura familiar como “verdadera solución” a la crisis económica, climática
y ambiental.
“Ya se constató que la
economía verde que propone la ONU es un fracaso e incluso una causa de la
crisis alimentaria de estos días”, declaró Larissa Packer, una de las
coordinadoras de la Cumbre de los Pueblos.
Los movimientos sociales
mostraron su temor de que la influencia de los grandes empresarios agrícolas en
la creación del concepto de economía verde lleve a “poner precio” a bienes como
el agua y los bosques.
En uno de los debates más
concurridos, el teólogo brasileño Leonardo Boff propuso como una solución a la
crisis la adopción de los principios recogidos en la “Carta de la Tierra”, una
declaración de buenas intenciones para la protección del medio ambiente
publicada en 1997.
“O hacemos una alianza para
cuidar unos de los otros y de la Tierra, o aceptamos nuestra destrucción”,
afirmó Boff.
La Cumbre de los Pueblos
también le dio voz en su primera jornada a expositores de los problemas
energéticos, de seguridad alimentaria, de derechos de mujeres y de minorías
raciales.
En tanto, Parlamentarios de 80
países anunciaron ayer en Río de Janeiro su intención de crear herramientas
legislativas que les permitan fiscalizar el cumplimiento de los acuerdos que
surjan la próxima semana de la Conferencia de la ONU sobre Desarrollo Sostenible
Río+20.
La intención de los
legisladores de convertirse en garantes de los acuerdos fue reiterada en los
diferentes pronunciamientos del primer día de debates de la Cumbre Mundial de
Legisladores, promovida por la Organización Global (Globe).
La cita concluirá mañana con
la aprobación del llamado “Protocolo de Legisladores de la Río+20”, que
contendrá las herramientas de fiscalización propuestas por los parlamentarios.
Los congresistas también se
proponen aprobar un mecanismo que les permita reunirse, al menos cada dos años,
para intercambiar informaciones sobre el cumplimiento de los acuerdos y acordar
la creación de comisiones especiales en cada parlamento destinadas a fiscalizar
y vigilar los compromisos de Río.
La necesidad de fiscalizar el cumplimiento
de los acuerdos fue destacada por el senador y ex presidente brasileño Fernando
Collor de Mello (1990-92), quien alertó que aún siguen en el papel muchos de
los compromisos asumidos por los gobiernos hace veinte años en la Cumbre de la
Tierra, también llamada Río’92, de la que fue anfitrión Brasil.
El secretario general de las
Naciones Unidas, Ban Ki-moon, se refirió al importante papel de los parlamentos
en la Río+20 en un mensaje que envió en video para la Cumbre Mundial de los
Legisladores, que según él, se encuentran en el corazón de las conferencias.
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