10/02/2008 13:33
Barack Obama logró el sábado un tres triunfos significativos, más psicológicos que reales, al arrollar a Hillary Clinton en Luisiana, Nebraska e Washington, y cerrar aún más la carrera demócrata hacia la Casa Blanca. Entre los republicanos, John McCain perdió en dos estados ante Mike Huckabee, y ganó en uno.:: Bush defiende a McCain y ataca a Obama
Redacción / El Economista.com.mx
Barack Obama logró un importante impulso en la carrera demócrata hacia la Casa Blanca, aunque no ha conseguido romper el empate técnico que tiene con Hillary Clinton tras el superpartes.
El Senador por Illinois venció, con amplia ventaja, las primarias de Luisiana (57%-36%) y los caucus de Nebraska (68%-32%) y Washington (68%-31%).
Por su parte, John McCain sugrió un ligero revés en su carrera hacia la nominación republicana, al perder en Kansas y Luisiana ante Mike Huckabee, aunque obtuvo el triunfo en Washington.
Obama, que quedó un paso por detrás de Hillary en el supermartes -se impuso en más estados, pero consiguió menos delegados-, pero sus resultados del sábado le confirmaron como una alternativa seria, cuando hace unos meses ni siquiera parecía contar.
Tras el 5 de febrero, Obama parece haber tomado una fuerza que sorprenda a propios y extraños. Su victoria en Luisiana, Nebraska y Washington ha sido poco menos que aplastante, con unos porcentajes de voto contundentemente por encima de los de Hillary.
El senador ha hablado de su triunfo desde el estado de Virginia, que celebrará primarias el martes. Obama ha señalado que el resultado del sábado es una muestra de que los votantes “de la Costa Oeste, la Costa del Golfo y del corazón de América se han levantado para decir ¡Sí se puede!”.
No obstante, la senadora por Nueva York sigue por delante de Obama en cuanto a número de delegados, que finalmente son lo único que importa para lograr la nominación como candidato a presidente.
Aunque los delegados conseguidos no son aún definitivos -hay que asignar los de cada uno en varios estados, además de que hay un porcentaje de ellos que son designados por el partido, los superdelegados-, según las cuentas de diarios estadounidenses, como The Washington Post y una proyección de AP citada en The New York Times da a Hillary 1,095 representantes, por 1,070 de Obama.
Por su parte, la cadena CNN otorga 1,100 a la senadora y 1,039 al líder negro. El empate es casi total cuando hacen falta 2,025 delegados para conseguir la nominación.
Buena parte de los votos que han ayudado a que Obama triunfe en Luisiana han venido de Nueva Orleans, la ciudad devastada por el huracán Katrina hace casi tres años y que tiene una mayoría negra.
En Washington, al oeste del país, se vio beneficiado del apoyo de los residentes con alto nivel adquisitivo, un segmento que también se inclina por el senador. Y en Nebraska ha visto recompensada su inversión de tiempo y recursos y ha contado con el apoyo del senador demócrata Ben Nelson.Huckabee 2 – McCain 1
En el lado republicano, tres estados celebraban caucus o primarias.
Mike Huckabee venció en los caucus de Kansas y Luisiana. En el primero consiguió 60% de los votos y los 36 delegados en juego, una derrota contundente de McCain. En Luisiana el resultado fue más apretado, ya que el pastor evangelista, quien rechaza la teoría de la evolución, logró 44% de los sufragios frente de 42% de McCain.
Finalmente, en Washington, que reparte 40 delegados, se impuso McCain en un apretado recuento.
Tras los resultados, y a pesar de que para algunos McCain ya tiene ganada la nominación republicana, con 719 delegados, según proyecciones de AP, aún no debe descartarse a Huckabee, quien pretende robarle la contienda al excombatiende en Vietnam.
La estrategia del evangélico es apelar al voto conservador (y más cuando faltan aún los estados más conservadores del centro del país), ya que McCain es visto, por muchos republicanos, como un hombre demasiado “liberal”.Número de delegados, según las primeras estimaciones tras las elecciones del sábado.
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