Yahoo noticias - Jean-Louis DE LA
VAISSIERE – AFP- 27 de marzo de 2016
El papa Francisco condenó este
domingo el "rechazo de quien podría ofrecer hospitalidad y ayuda" a
los migrantes y refugiados que huyen de la guerra y pidió diálogo en Venezuela,
en su tradicional mensaje de Pascua.
Pese al miedo a los atentados,
decenas de miles de fieles asistieron a la bendición 'Urbi et Orbi' (a la
ciudad y al mundo) del domingo de Pascua en la plaza de San Pedro del Vaticano.
Ningún incidente se registró este domingo ni durante las largas celebraciones
de la semana pascual.
Se había desplegado, sin
embargo, un importante dispositivo de seguridad cerca de la plaza de San Pedro.
La policía registraba a los peregrinos con detectores de metales y, para
acceder a la plaza, los obligaba a pasar por unos recorridos delimitados por
barreras.
El papa argentino, de 79 años,
parecía en buena forma pese a las múltiples celebraciones de estos últimos
días. Incluso efectuó un largo recorrido entre la multitud entusiasta en un
pequeño vehículo blanco descubierto.
-'El terrorismo, forma ciega
de violencia' -
Desde la "loggia" de
las bendiciones de la basílica de San Pedro, el papa Francisco condenó el
"rechazo de quien podría ofrecer hospitalidad y ayuda" a los
migrantes que "huyen de la guerra, el hambre, la pobreza y la injusticia social",
repitiendo una vez más sus llamados a los países europeos para que abran sus
fronteras a los refugiados.
Durante su tradicional
discurso, el pontífice también recordó la situación en Venezuela y pidió
"diálogo y colaboración" en este país para que se trabaje por el bien
común.
Es necesario impulsar "la
cultura del encuentro, la justicia y el respeto recíproco, lo único que puede
asegurar el bienestar espiritual y material de los ciudadanos", precisó.
El papa no se olvidó de otro
gran tema de la actualidad y expresó su cercanía a "las víctimas del
terrorismo, esa forma ciega y brutal de violencia".
El Vaticano envió el domingo
un telegrama a los iraquíes, al día siguiente del atentado suicida reivindicado
por el grupo yihadista Estado Islámico (EI) que dejó 32 muertos tras un partido
de fútbol en la localidad de Al Asriya.
En un mensaje más bien
sombrío, el pontífice también quiso ofrecer su contrapunto de esperanza a
Siria, dando su pleno apoyo a las negociaciones de Ginebra.
"Cristo resucitado indica
caminos de esperanza a la querida Siria, un país desgarrado por un largo
conflicto (...) Encomendamos al poder del Señor resucitado las conversaciones
en curso para que (...) se puedan recoger frutos de paz", declaró.
También rezó por Yemen, Libia
y el conflicto israelo-palestino. Entrevió además un "fermento de
esperanza" en los conflicto civiles en Burundi, Mozambique, República
Democrática del Congo y en Sudán del Sur.
"El mundo está lleno de
personas que sufren en el cuerpo y en el espíritu, mientras que las crónicas diarias
están repletas de informes sobre delitos brutales, que a menudo se cometen en
el ámbito doméstico, y de conflictos armados a gran escala que someten a
poblaciones enteras a pruebas indecibles", recordó Bergoglio.
Francisco terminó su discurso
con unas palabras dirigidas a "los ancianos abrumados que en la soledad
sienten perder vigor" y a "los jóvenes a quienes parece faltarles el
futuro".
En este Año Santo de
"Jubileo de la Misericordia", no hubo una presencia masiva de fieles
durante las fiestas pascuales. Pese a la popularidad del papa Francisco,
ciertas estimaciones indican que hubo en Roma 20.000 visitantes menos que el
año pasado durante la Pascua.
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