Debido al deterioro de la
seguridad alimentaria en Venezuela, América del Sur alberga a la mayor parte de
los subalimentados, dice un nuevo
informe de la ONU.
Cindy Holleman, economista de la Fao |
Santiago de Chile 15 de julio de 2019, - El hambre está creciendo
en América Latina y el Caribe, y en 2018 llegó a afectar a 42,5 millones de
personas, el 6,5% de la población regional, según el nuevo informe conjunto de
Naciones Unidas, El estado de la inseguridad alimentaria y la nutrición en el
mundo 2019 (SOFI, por sus siglas en inglés).
Según el informe presentado
hoy por FAO, FIDA, UNICEF, PMA y OMS, en los últimos cinco años (2014-2018), la
subalimentación ha aumentado a nivel mundial, principalmente debido a los
incrementos de África y, en menor medida, de América Latina.
En América Latina y el Caribe,
las tasas de subalimentación han aumentado en los últimos años, en gran parte
como consecuencia de la situación en América del Sur, donde el porcentaje de
personas con hambre aumentó del 4,6% en 2013 al 5,5% en 2018.
América del Sur alberga la
mayoría (55%) de las personas subalimentadas de la región, y el aumento
observado en los últimos años se debe sobre todo al deterioro de la seguridad
alimentaria en la República Bolivariana de Venezuela, donde la prevalencia de
la subalimentación aumentó casi cuatro veces, de 6,4% en 2012-2014 a 21,2% en
2016-2018.
El aumento significativo del
hambre en Venezuela en los últimos años coincide con el período de recesión del
país, cuando la inflación alcanzó aproximadamente un 10 millón por ciento y el
crecimiento del PIB real empeoró, pasando de –3,9% en 2014 a un estimado de
–25% en 2018.
En contraste, el porcentaje de
subalimentación en América Central (6,1%) y el Caribe (18,4%), han estado
disminuyendo desde 2013, a pesar de ser más alto que en América del Sur (5,5%).
“Durante los primeros 15 años
de este siglo, América Latina y el Caribe redujo la subalimentación a la mitad.
Pero desde 2014 el hambre ha ido aumentando”, dijo el Representante Regional de
la FAO, Julio Berdegué.
Jose Graziano - director de la Fao |
"Tenemos que rescatar, en
promedio, a más de 3,5 millones de personas del hambre cada año desde ahora
hasta 2030 si queremos alcanzar la meta de hambre cero del Objetivo de
Desarrollo Sostenible 2", agregó.
Ralentización económica,
aumento de la pobreza y desigualdad
El aumento en el hambre está
estrechamente relacionado con la desaceleración económica general de la región.
Las caídas en los precios de los productos básicos desde 2011 llevaron a un
deterioro en las finanzas públicas de muchos países dependientes de la
exportación de productos básicos en América Latina y el Caribe.
La tasa de desempleo urbano
alcanzó el 8,9% en 2016, lo que representa un aumento de 1,6 puntos
porcentuales desde 2015. La disminución del PIB y el aumento del desempleo
resultaron en ingresos más bajos para los hogares. Después de varios años de
marcadas reducciones en la pobreza, el número de personas pobres aumentó de 166
millones a 175 millones entre 2013 y 2015, aumentando de 28,1% al 29,2% de la
población.
Una nueva medida de la
inseguridad alimentaria
El informe SOFI de este año
incluye una nueva forma de medir el avance hacia el Objetivo de Desarrollo
Sostenible 2.1: la prevalencia de la inseguridad alimentaria grave y la
prevalencia de la inseguridad alimentaria moderada o grave, indicadores basados
en la Escala de experiencias de inseguridad alimentaria (FIES, por sus siglas
en inglés).
Si bien la prevalencia de la
subalimentación (hambre) es el indicador tradicional de la FAO utilizado para
medir el hambre a nivel mundial y regional, la escala FIES se basa en datos
obtenidos al preguntar directamente a las personas, a través de encuestas,
sobre su seguridad alimentaria y su acceso a los alimentos.
Según la FIES, el 9% de la
población latinoamericana (sólo América del Sur y Central, ya que no hay datos
disponibles para el Caribe) sufrió grave inseguridad alimentaria en 2018,
mientras que el 21,9% sufrió una inseguridad alimentaria moderada. La tasa de
inseguridad alimentaria severa alcanzó el 10,6% para América Central y el 8,3%
para América del Sur. La inseguridad alimentaria moderada afectó al 20,9% de
los centroamericanos en 2018 y al 22,3% de los sudamericanos.
Desnutrición crónica, aguda,
sobrepeso y obesidad
Actualmente, según el informe
SOFI, 4 millones de niños menores de 5 años sufren sobrepeso (7,5% del total),
700 000 sufren desnutrición aguda (1,3%) y 4,8 millones sufren retraso en el
crecimiento o desnutrición crónica (9%).
Para los adultos la situación
es aún más grave en términos de obesidad y sobrepeso. “Hoy, por cada persona
que sufre hambre, más de seis personas sufren sobrepeso”, dijo Berdegué,
llamando a un gran impulso regional contra todas las formas de malnutrición.
Fuente de prensa:
Benjamín Labatut
Santiago, Chile
Ajuste de contenido y
diagramación: bersoahoy.co
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