QUITO (AFP) - El presidente de Ecuador, Rafael Correa, advirtió el jueves a la guerrilla colombiana de las FARC que cualquier incursión en su territorio sería considerada un "acto de guerra" y pidió a la OEA "una gestión útil" que obligue a Bogotá a cesar la "campaña de desprestigio" en su contra.
"Si nosotros encontramos patrullas de las FARC, campamentos de las FARC, en suelo ecuatoriano será considerado una acción de guerra y responderemos como siempre lo hemos hecho", afirmó el mandatario a la prensa extranjera durante un encuentro en la sede del Ejecutivo.
Correa, quien siempre ha rehusado llamar terroristas a los rebeldes a diferencia de Estados Unidos, la Unión Europea (UE) y Colombia, entre otros, exigió a ese grupo terminar con los secuestros y liberar incondicionalmente a los rehenes empezando por la política colombo-francesa Ingrid Betancourt.
"Lo hemos señalado muy claramente y lo ratificamos: es inaceptable, exigimos la liberación incondicional de todos los rehenes (...) Si nosotros podemos servir de intermediarios, ahí estaremos", expresó.
Correa habló sobre las FARC en la misma semana que Colombia lo acusó de haber impedido que sus militares las combatan en territorio ecuatoriano, lo que fue desmentido por el jefe de Estado ecuatoriano, quien elevó una queja ante la Organización de Estados Americanos (OEA).
El tema desató un nuevo duro cruce de declaraciones que dejó en el limbo el restablecimiento de relaciones diplomáticas entre Bogotá y Quito, rotas desde el 3 de marzo a raíz del bombardeo colombiano contra un campamento de las FARC en Ecuador que dejó una veintena de muertos.
Correa amplió su advertencia contra las FARC a los militares colombianos. "Ya basta, ni un solo pie en el territorio ecuatoriano, no vamos a permitir que ninguna fuerza irregular o regular extranjera ultraje suelo ecuatoriano", sostuvo.
Este viernes el mandatario tiene previsto entrevistarse con el secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, quien planea llegar procedente de Bogotá, donde inició una nueva misión para tratar de restablecer los vínculos entre los dos gobiernos.
Correa anticipó que no "aceptará una diplomacia" que dé el mismo trato a ambas naciones, cuando la soberanía de su país fue violada durante la incursión colombiana, y le pidió a Insulza llevar una "gestión útil" que ponga fin a los señalamientos en su contra.
"Si se toman las medidas para que el que originó esta situación y la sigue manteniendo, que es el gobierno colombiano, y cese esa campaña de desprestigio, obviamente esa acción de la OEA tendrá todo el apoyo de Ecuador (...), y será tremendamente útil", indicó.
Al mismo tiempo defendió su propuesta de crear una Organización de Estados Latinoamericanos que incluya a Cuba, y una "fuerza de coacción" que mantenga la paz en la región e impida las incursiones militares entre los países.
"Si nosotros encontramos patrullas de las FARC, campamentos de las FARC, en suelo ecuatoriano será considerado una acción de guerra y responderemos como siempre lo hemos hecho", afirmó el mandatario a la prensa extranjera durante un encuentro en la sede del Ejecutivo.
Correa, quien siempre ha rehusado llamar terroristas a los rebeldes a diferencia de Estados Unidos, la Unión Europea (UE) y Colombia, entre otros, exigió a ese grupo terminar con los secuestros y liberar incondicionalmente a los rehenes empezando por la política colombo-francesa Ingrid Betancourt.
"Lo hemos señalado muy claramente y lo ratificamos: es inaceptable, exigimos la liberación incondicional de todos los rehenes (...) Si nosotros podemos servir de intermediarios, ahí estaremos", expresó.
Correa habló sobre las FARC en la misma semana que Colombia lo acusó de haber impedido que sus militares las combatan en territorio ecuatoriano, lo que fue desmentido por el jefe de Estado ecuatoriano, quien elevó una queja ante la Organización de Estados Americanos (OEA).
El tema desató un nuevo duro cruce de declaraciones que dejó en el limbo el restablecimiento de relaciones diplomáticas entre Bogotá y Quito, rotas desde el 3 de marzo a raíz del bombardeo colombiano contra un campamento de las FARC en Ecuador que dejó una veintena de muertos.
Correa amplió su advertencia contra las FARC a los militares colombianos. "Ya basta, ni un solo pie en el territorio ecuatoriano, no vamos a permitir que ninguna fuerza irregular o regular extranjera ultraje suelo ecuatoriano", sostuvo.
Este viernes el mandatario tiene previsto entrevistarse con el secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, quien planea llegar procedente de Bogotá, donde inició una nueva misión para tratar de restablecer los vínculos entre los dos gobiernos.
Correa anticipó que no "aceptará una diplomacia" que dé el mismo trato a ambas naciones, cuando la soberanía de su país fue violada durante la incursión colombiana, y le pidió a Insulza llevar una "gestión útil" que ponga fin a los señalamientos en su contra.
"Si se toman las medidas para que el que originó esta situación y la sigue manteniendo, que es el gobierno colombiano, y cese esa campaña de desprestigio, obviamente esa acción de la OEA tendrá todo el apoyo de Ecuador (...), y será tremendamente útil", indicó.
Al mismo tiempo defendió su propuesta de crear una Organización de Estados Latinoamericanos que incluya a Cuba, y una "fuerza de coacción" que mantenga la paz en la región e impida las incursiones militares entre los países.
El jefe de Estado justificó su propuesta invocando la crisis con Colombia.
"¿Qué impide que nos vuelva a agredir Colombia?", se preguntó Correa, y recordó que esa nación tiene un pie de fuerza de 400.000 soldados -frente a 40.000 de Ecuador-, recibe ayuda de Estados Unidos y realiza los gastos militares más grandes de América Latina.
"Se necesitará el Consejo de Seguridad regional y ojalá algún día haya una política de defensa y Fuerzas Armadas integradas a nivel regional", manifestó Correa. Regresar a Inicio.. o Titulares..