El ejército egipcio pide fin de las manifestaciones tras discurso de Mubarak
Por Antonio Rodríguez (AFP) Google noticias
Tanques egipcios custodiando la sede de la televisión nacional, este miércoles en El Cairo. Foto AFP |
EL CAIRO — El ejército egipcio pidió este miércoles a los manifestantes regresar a sus hogares, un día después que el presidente del país, Hosni Mubarak, anunciara que no buscaría un nuevo mandato en septiembre, pero los opositores que piden su renuncia mantuvieron su llamado a una nueva protesta el viernes.
Mientras, partidarios y adversarios de Mubarak se enfrentaban este miércoles en la céntrica plaza Tahrir, comprobó un fotógrafo de AFP.
Miles de partidarios de Mubarak entraron a principios de la tarde a la plaza, donde se encontraban miles de opositores, de los que muchos habían pernoctado en Tahrir.
El régimen egipcio adoptó varias medidas para tratar de normalizar la situación, al día siguiente de las marchas que movilizaron a más de un millón de personas en todo el país pero que sólo consiguieron que Mubarak, de 82 años, en el poder desde 1981, anunciara que descartaba buscar un nuevo mandato en septiembre.
El ejército, que el lunes se había granjeado la simpatía de los manifestantes al considerar "legítimas" sus reivindicaciones populares, los instó el miércoles a poner fin a su movilización.
"El ejército llama a los manifestantes a retornar a sus hogares para restablecer la seguridad y la estabilidad en las calles", declaró el portavoz castrense.
Como medida apaciguadora, Mubarak decidió aliviar el toque de queda, que cientos de miles de personas desacataban de todas formas en los últimos días. A partir de este miércoles, la medida regirá desde las 17H00 locales, en lugar de las 15H00, y se prolongará hasta las 07H00 en lugar de las 08H00.
La voluntad de normalización de un país paralizado por la rebelión desde hace diez días se reflejó además en el restablecimiento parcial de las conexiones a internet.
El Parlamento suspendió sus sesiones hasta la revisión de los resultados de las elecciones legislativas celebradas el 28 de noviembre y 5 de diciembre, que fueron denunciadas por la oposición como fraudulentas.
Pero los opositores ignoraron el llamamiento del ejército y no se dieron por satisfechos con la decisión de Mubarak de permacecer siete más en el poder.
Lo que piden es su renuncia inmediata y para lograrlo confirmaron la convocatoria a una manifestación masiva en todo el país el viernes, día de oración en los países musulmanes.
Por otra parte, miles de partidarios del presidente salieron este miércoles a las calles de El Cairo, tras sentirse alentados por la determinación del mandatario de no ceder a la presión popular.
En su discurso televisado del martes por la noche, Mubarak afirmó: "Lo digo con sinceridad y sin tener en cuenta la situación actual: no contaba presentarme a un nuevo mandato presidencial".
Miles de manifestantes, que pasaron la noche en la Plaza Tahrir (Liberación), en el centro de El Cairo, desafiando el toque de queda, madrugaron el miércoles gritando consignas contra el jefe de Estado.
"¡Vamos, vamos, Hosni fuera!", gritaban a medida que iban saliendo de las carpas montadas en la plaza o de sus bolsas de dormir.
La situación en Egipto es seguida con preocupación en todo el mundo. Egipto es un aliado de Occidente, uno de los dos únicos países árabes que firmó un tratado de paz con Israel (el otro es Jordania) y controla el canal de Suez, por donde pasa la mayor parte del abastecimiento petrolero de los países industrializados.
El presidente estadounidense, Barack Obama, le pidió el martes a Mubarak iniciar "ahora" una transición ordenada y elogió al ejército egipcio "por el profesionalismo que ha demostrado al proteger al pueblo egipcio".
También el presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, pidió que la transición política en Egipto se inicie "sin violencia" y cuanto antes.
Y el jefe de la diplomacia alemana, Guido Westerwelle, se felicitó por el hecho de Hosni Mubarak "quiera abrir la vía a una renovación política".