(Yahoo noticias) Nueva
York, 5 sep (EFE).- Entre las 08.46 y las 10.28 de la mañana del 11 de
septiembre de 2001 pasaron 102 minutos en los que Nueva York y el mundo
cambiaron para siempre: las Torres Gemelas se desplomaron, murieron casi
3.000 personas y se inició una era en que el enemigo más temido comenzó
a ser el terrorismo internacional.
Diez años después los neoyorquinos vivirán una semana plagada de
exposiciones y eventos conmemorativos en torno al 11-S, incluido el
despliegue el jueves de 3.000 banderas en recuerdo a las víctimas en
Battery Park, y una comparecencia del alcalde, Michael Bloomberg, en la
que hablará mañana del renacimiento del sur de Manhattan.
La Gran Manzana inicia hoy una semana en la que las imágenes de
cuanto ocurrió desde que el vuelo de American Airlines chocó contra la
primera torre y el momento en que se derrumbó el último de los dos
emblemáticos edificios del Bajo Manhattan volverán a hacerse presentes
ante la fecha clave del décimo aniversario de la tragedia.
El domingo Nueva York llorará un año más a sus muertos, honrará a sus
héroes y sendos minutos de silencio recordarán la hora exacta de los
impactos contra el World Trade Center de los aviones que varios
escuadrones suicidas secuestraron con facilidad al poco tiempo de
despegar del aeropuerto de Boston y cuyo destino era Los Ángeles.
El primero, a las 08.46 (12.46 GMT) recordará cuando el Boeing 767 de
American se introdujo entre los pisos 93 y 99 de la Torre Norte a 790
kilómetros por hora, y el segundo, a las 09.03 (13.03 GMT), cuando el
vuelo 175 de United impactó entre las plantas 77 y 85 de la Torre Sur, a
unos 950 kilómetros por hora.
"Vemos mucho humo sobre las torres del World Trade Center", dijo poco
después en la radio Tom Kaminsky, periodista encargado de la
información del tráfico en Manhattan para una emisora local de WCBS
Radio en la que se cree fue primera retransmisión que hace referencia a
una tragedia en las Torres Gemelas.
Fueron golpes certeros que condujeron a unas imágenes que parecían
fruto de los efectos especiales de los mejores filmes de Hollywood en
las retinas de quienes los vivieron en el mismo Manhattan o desde
cualquier punto del planeta, en la que fue la primera catástrofe
televisada para una audiencia mundial.
En Manhattan primero dominó la confusión y después cundió el pánico:
flotas de coches de Policía y camiones de bomberos inundaron las calles
en su camino hacia el sur de la isla, donde las personas se repartieron
entre quienes salieron despavoridos y quienes se quedaron estupefactos
ante la estampa de las torres humeantes.
Mientras llegaba el personal de emergencias se ordenó evacuar la
Torre Norte y se indicó a quienes estuvieran en la Torre Sur que no
salieran: "Atención, el edificio dos está seguro, no hay necesidad de
evacuarlo. Si están saliendo, usen las puertas de entrada y los
ascensores para volver a las oficinas", se oyó por el sistema de
megafonía de la segunda torre a las 08.55.
Siete minutos después, se ordenó la evacuación obligatoria del
edificio, tan sólo sesenta segundos antes de que el vuelo 175 se
estrellara, un golpe televisado en todo el mundo y que no evitó que
bomberos y policías entraran para coordinar las tareas de rescate.
El vuelo 11 había dejado inservibles las escaleras de la Torre Norte,
por lo que quienes estaban con vida no tenían forma de salir y hubo
quien optó por lanzarse al vacío, lo que se convertiría en las imágenes
televisadas más dolorosas de la jornada y que las cadenas
estadounidenses acordarían después dejar de emitir.
En la Torre Sur hubo lugar para el milagro: dieciocho personas que se
encontraban en las plantas superiores al impacto del vuelo 175 pudieron
escapar del edificio antes de que se derrumbara a las 09.59 en unos
eternos diez segundos, dejando consigo una enorme nube de polvo y tras
arder durante 56 minutos.
En su descenso, acabó con la vida de más de 600 personas, entre
trabajadores de las oficinas que acogía el inmueble y el personal de
emergencias que acudió en tropel a la zona, aunque catorce personas
sobrevivían en el interior de la estructura del edificio.
La otra torre, pese a haber sido la primera en ser tocada, fue la que
aguantó más, hasta caer a las 10.28 y matar a aproximadamente 1.400
personas que había dentro y alrededor del edificio.
Tras 102 minutos, no hubo más lugar para la esperanza: las torres se
colapsaron y, mientras, cientos de personas huían del concurrido
distrito financiero de Nueva York dejando atrás zapatos, bolsos y
chaquetas.
El pánico se apoderó en las siguientes horas de la Gran Manzana, que
cerró a cal y canto: todos los túneles y puentes quedaron cerrados, ya
se había clausurado el espacio aéreo de todo el país, se cerró Wall
Street y se ordenó la evacuación de una gran porción del sur de
Manhattan, tomado por el Ejército.
Empezaron entonces las tareas de búsqueda de víctimas en la que se
llamó "zona cero", un área tomado por personal de emergencias, pero
también por trabajadores de la construcción y miles de voluntarios, y
donde el entonces alcalde, Rudolph Giuliani, alcanzó fama internacional
al ponerse al frente de las operaciones. David Valenzuela
La Gran Manzana inicia una semana en la que las imágenes de cuanto
ocurrió desde que el vuelo de American Airlines chocó contra la primera
torre . EFE/Archivo