Foto AGENCIA EFE.- El director ejecutivo del Fondo Mundial para la Lucha contra el VIH/SIDA, la Tuberculosis.
viernes 8 de agosto, 04:42 PM
México, 8 ago (EFE).- La XVII Conferencia Internacional sobre Sida (AIDS 2008) concluyó hoy en México con un llamado a los países del Grupo de los Ocho (G-8) a que hagan un esfuerzo económico e igualen el plan de ayuda aprobado por EE.UU., uno de sus miembros, a fines de julio.
México, 8 ago (EFE).- La XVII Conferencia Internacional sobre Sida (AIDS 2008) concluyó hoy en México con un llamado a los países del Grupo de los Ocho (G-8) a que hagan un esfuerzo económico e igualen el plan de ayuda aprobado por EE.UU., uno de sus miembros, a fines de julio.
"¡Deben igualar la contribución de EE.UU. ahora!", demandó el nuevo presidente de la Sociedad Internacional de Sida (IAS, por su sigla en inglés), el canadiense de origen argentino Julio Montaner.
El 30 de julio pasado, el presidente estadounidense, George W. Bush, promulgó una ley que triplica a 48.000 millones de dólares la ayuda de su país en la lucha global contra el sida en los próximos cinco años.
Hace dos años, la anterior conferencia celebrada en Toronto terminó con otra petición dirigida a los países más industrializados del planeta para que cumplan con las promesas que han hecho en los últimos años para hacer frente al VIH/sida, una epidemia con 33 millones de personas contagiadas en el mundo.
En México, el país anfitrión, el compromiso de alcanzar en 2010 "acceso universal" al tratamiento para todos los enfermos de sida parece lejano, situación que se repite en muchas naciones.
No obstante, el director ejecutivo del Fondo Mundial para la Lucha contra el VIH/sida, la tuberculosis y la malaria, Michel Kazatchkine, recordó en su discurso de clausura que los logros alcanzados están "salvando vidas a una escala sin precedentes".
También se congratuló porque "contrario a algunas predicciones, no hay evidencia alarmante acerca de que haya resistencia a los medicamentos" antirretrovirales (ARV).
El 30 de julio pasado, el presidente estadounidense, George W. Bush, promulgó una ley que triplica a 48.000 millones de dólares la ayuda de su país en la lucha global contra el sida en los próximos cinco años.
Hace dos años, la anterior conferencia celebrada en Toronto terminó con otra petición dirigida a los países más industrializados del planeta para que cumplan con las promesas que han hecho en los últimos años para hacer frente al VIH/sida, una epidemia con 33 millones de personas contagiadas en el mundo.
En México, el país anfitrión, el compromiso de alcanzar en 2010 "acceso universal" al tratamiento para todos los enfermos de sida parece lejano, situación que se repite en muchas naciones.
No obstante, el director ejecutivo del Fondo Mundial para la Lucha contra el VIH/sida, la tuberculosis y la malaria, Michel Kazatchkine, recordó en su discurso de clausura que los logros alcanzados están "salvando vidas a una escala sin precedentes".
También se congratuló porque "contrario a algunas predicciones, no hay evidencia alarmante acerca de que haya resistencia a los medicamentos" antirretrovirales (ARV).
Reconoció que un cuarto de siglo después de la aparición de la enfermedad, el liderazgo contra la epidemia "está pasando al Sur", con ministros de Salud, jefes de Estado, gente joven y personas que viven con el virus y cada vez más implicadas para hacerle frente.
A futuro mencionó que quedan muchos retos, entre los que citó cuatro: mejorar los derechos humanos de los seropositivos, avanzar en la investigación, reforzar los sistemas de salud para atender mejor a la gente con VIH, y que haya fondos para que la lucha sea sostenible.
"Estamos muy preocupados de que con menos de dos años para alcanzar la meta de lograr el 'acceso universal' (a tratamientos, cuidados y programas preventivos), el G-8 ha comprometido poco más de un tercio de los recursos que prometió entregar en 2010", dijo Kazatchkine.
Su intervención estuvo interrumpida por un grupo de activistas que demandó mejores condiciones de vivienda para las personas con VIH.
Otro grupo de manifestantes se presentó en la sala de sesiones para criticar a México por no facilitar suficientes antirretrovirales a los casi 200.000 contagiados con VIH en el país.
Uno de los copresidentes de la Conferencia, el mexicano Luis Soto Ramírez, dijo que a futuro dos grandes enemigos que tiene el VIH son "la complacencia política" y una posible "falta de fondos" para atender durante más tiempo a toda la gente que necesita tratamiento y programas preventivos.
El alcalde de Ciudad de México, Marcelo Ebrard, agradeció a los organizadores de la cita haber elegido México como sede y señaló que el evento había sido útil para "cambiar la cultura de la sexualidad" en la urbe y en el resto del país.
En el frente de las ONGs, Oxfam Internacional lamentó en un comunicado que la Conferencia mexicana haya terminado "sin ofrecer un plan concreto para lograr el acceso universal para la prevención, tratamiento y cuidado" para las personas que viven con VIH/sida.
Antes del acto final se proyectó un video con los momentos más destacados de la presente edición, desde discursos de dirigentes como el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, el director ejecutivo de ONUSIDA, Peter Piot, el ex presidente de EE.UU. Bill Clinton, hasta detalles y testimonios de activistas con VIH, y representantes de las ONGs que participaron.
A la XVII Conferencia Internacional sobre Sida asistieron unos 21.000 delegados, 3.000 periodistas y más de 55.000 visitantes, en el que fue el primer evento de este tipo sobre la enfermedad celebrado en América Latina. Volver a Inicio > Titulares >
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