Colprensa: Crédito foto· |
Por Colprensa | Yahoo noticias
Las más de 70 mil personas que
estuvieron este miércoles en la Plaza de San Pedro, en el Vaticano, atentos a
escuchar el mensaje de Navidad del papa Francisco, sin importar las condiciones
del clima, demostraron nuevamente que el mensaje que ha impuesto este prelado
es revolucionario.
Jorge Mario Bergoglio, quien
fue el escogido en marzo para reemplazar a Benedicto XVI, desde que llegó
empezó a mostrar que su pontificado sería muy diferente al de sus antecesores.
Rompió de inmediato
tradiciones que venían de los papas anteriores, el uso de los zapato rojos y
prefirió seguir con sus ya desgastados zapatos negros, con los que llegó e
Buenos Aires, en donde orientaba a los católicos de la capital de Argentina.
Pero no quedó ahí, decidió ir
a vivir a la residencia de Santa Marta y no al apartamento papal que está
dispuesto en la Santa Sede para los papas. Francisco se quedó con los otros
obispos y sacerdotes que se hospedan allí en ese hospedaje especial para el
sacerdocio.
Y con el paso de los días
empezó a ser evidente que su nombre de papado, Francisco, lo estaba cumpliendo
a la forma como llevó su vida San Francisco de Asís, una vida llena de
humildad.
Esa humildad del papa
argentino se empezó a notar en sus mensajes a los católicos, se comprometió a
que la iglesia fuera de los pobres, sencilla y sin lujos, y los cambios en la
forma de operar el Estado Vaticano no demoró.
Pero mientras eso se daba, los
católicos empezaron a ser más feligreses, más emotivos y se dejaron llevar por
lo que ahora se llama la franciscomanía, el tener un papa que a diario muestra
que la Iglesia Católica está viva.
Mayo inolvidable para Colombia
Y Colombia estuvo favorecida
porque fue el papa Francisco a quien le correspondió hacer el rito de
canonización de la Santa Laura Montoya, como la primer santa que tiene el país
en toda su historia.
Aunque apenas llevaba dos
meses de pontificado, los más de diez mil colombianos que estuvimos allá en la
Plaza de San Pedro, vivimos la emoción de ese acto litúrgico que fue orientado
por Francisco, quien de manera directa y con palabras profundas invitó a que el
ejemplo de la Santa Laura sirviera para que el país perseverara en conseguir la
paz.
Y allí fue en donde se siente
la energía positiva que genera el papa Francisco, el escucharlo, el poder
tenerlo cerca y estrechar su mano para escucharle su saludo sencillo, hacen que
el católico se motive más por su religión.
Unos meses después, en Río de
Janeiro, Brasil, en donde se cumplió el encuentro mundial de los jóvenes
católicos, el mundo cristiano volvió a ver como sus nuevas generaciones se
apasionaban por conocer el mensaje del sucesor de Pedro en la tierra.
Fueron más de tres millones de
personas las que estuvieron en su homilía de cierre, su gran mayoría fueron
muchachos quienes ratificaron que desean seguir en la Iglesia Católica y bajo
la orientación de Francisco.
Los diez primeros meses de
Francisco al frente de la Iglesia Católica ha mostrado que su papado ya está
pasando a la historia, como el que reforma con la sencillez la formalidad que
había al interior de esta religión, la cual lucha por seguir vigente en la
mayoría del mundo, pero en especial en los jóvenes, en donde su feligrecía
había caído.