ETPALITAHUA, Ecuador, 8 Feb 2008 (AFP) -
El volcán Tungurahua, uno de los más activos de Ecuador y de la región andina, que intensificó sus explosiones desde el miércoles, continuó erupcionando el viernes sin dejar víctimas, aunque ya se contabilizan millonarias pérdidas por la destrucción de cultivos.
"Se mantienen las erupciones, que han sido medianamente explosivas, con la salida de mucho material piroclástico (incandescente) debido a que hay mucha presión interna de gas", expresó el director del Instituto Geofísico, Hugo Yépez.
El Tungurahua, de 5.029 metros de altura y situado a 135 km al sur de Quito, ruge tras una breve calma registrada el jueves, por lo cual la alerta roja está en vigor en localidades asentadas en las laderas del macizo, de donde se evacuaron 1.500 personas.
"La situación sigue siendo de mucha preocupación por la permanente actividad del Tungurahua", dijo a la AFP Bayardo Constante, alcalde de la localidad de Cevallos, ubicada a 25 km del volcán.
Añadió que en esa jurisdicción, de 10.000 habitantes que se dedican al cultivo de frutas, se perdió un 80% de la producción debido a la lluvia de ceniza, mientras que unas 8.000 personas han resultado afectadas.
Según el Instituto Geofísico, el volcán aumentó la actividad con sismos de variable intensidad, la emisión de columnas de ceniza de hasta tres kilómetros de altura y flujos piroclásticos.
Las autoridades han reportado la caída de ceniza y material rocoso en varias poblaciones, descartando víctimas por la erupción como en agosto de 2006, cuando el Tungurahua alcanzó el mayor pico dejando seis muertos y unos 6.500 damnificados.
Sin embargo, la nueva actividad volcánica -que llevó al gobierno a declarar el estado de emergencia en las zonas de riesgo- afectó a unas 3.600 hectáreas de dos provincias dedicadas a la siembra de papa y maíz por la lluvia de ceniza, que además obliga a la gente a utilizar mascarillas.
Yépez manifestó que "no podemos declinar la posibilidad de erupciones mayores como las de 2006" en el Tungurahua, cuyas explosiones se registran desde 1999.
El ministro de coordinación de Seguridad Interna y Externa, Gustavo Larrea, dijo el jueves que "se mantendrán las alertas en las zonas (de peligro) y la suspensión de clases hasta estudiar la evolución del volcán", en cuyos alrededores viven unas 20.000 personas.
El Ejecutivo dispuso que 370.000 dólares del presupuesto estatal sean utilizados para planes de emergencia en las áreas golpeadas por la erupción como en Penipe, Guano y Baños.
SP/vel/rpl Regresar a Inicio
El volcán Tungurahua, uno de los más activos de Ecuador y de la región andina, que intensificó sus explosiones desde el miércoles, continuó erupcionando el viernes sin dejar víctimas, aunque ya se contabilizan millonarias pérdidas por la destrucción de cultivos.
"Se mantienen las erupciones, que han sido medianamente explosivas, con la salida de mucho material piroclástico (incandescente) debido a que hay mucha presión interna de gas", expresó el director del Instituto Geofísico, Hugo Yépez.
El Tungurahua, de 5.029 metros de altura y situado a 135 km al sur de Quito, ruge tras una breve calma registrada el jueves, por lo cual la alerta roja está en vigor en localidades asentadas en las laderas del macizo, de donde se evacuaron 1.500 personas.
"La situación sigue siendo de mucha preocupación por la permanente actividad del Tungurahua", dijo a la AFP Bayardo Constante, alcalde de la localidad de Cevallos, ubicada a 25 km del volcán.
Añadió que en esa jurisdicción, de 10.000 habitantes que se dedican al cultivo de frutas, se perdió un 80% de la producción debido a la lluvia de ceniza, mientras que unas 8.000 personas han resultado afectadas.
Según el Instituto Geofísico, el volcán aumentó la actividad con sismos de variable intensidad, la emisión de columnas de ceniza de hasta tres kilómetros de altura y flujos piroclásticos.
Las autoridades han reportado la caída de ceniza y material rocoso en varias poblaciones, descartando víctimas por la erupción como en agosto de 2006, cuando el Tungurahua alcanzó el mayor pico dejando seis muertos y unos 6.500 damnificados.
Sin embargo, la nueva actividad volcánica -que llevó al gobierno a declarar el estado de emergencia en las zonas de riesgo- afectó a unas 3.600 hectáreas de dos provincias dedicadas a la siembra de papa y maíz por la lluvia de ceniza, que además obliga a la gente a utilizar mascarillas.
Yépez manifestó que "no podemos declinar la posibilidad de erupciones mayores como las de 2006" en el Tungurahua, cuyas explosiones se registran desde 1999.
El ministro de coordinación de Seguridad Interna y Externa, Gustavo Larrea, dijo el jueves que "se mantendrán las alertas en las zonas (de peligro) y la suspensión de clases hasta estudiar la evolución del volcán", en cuyos alrededores viven unas 20.000 personas.
El Ejecutivo dispuso que 370.000 dólares del presupuesto estatal sean utilizados para planes de emergencia en las áreas golpeadas por la erupción como en Penipe, Guano y Baños.
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